También hoy mueren los pájaros,
por ejemplo aquí hay uno con sus patas arriba
y los ojos mirando un futuro de ramas
tirado ahí, al lado del árbol,
muerto el hermano pájaro sin una oración
sin que nadie indague la causa
muerto y solo
mirando el universo que yo no veo
como tantos humanos
y no hay diferencias:
está tieso como esperando el polvo,
esperando que pase este viernes de cruz
el sábado de gloria
y el domingo de resurrección
pero no llegará
ni cantará
ni siquiera estará ahí
y pensé que una muerte así es vergonzosa
después de gorjear para la ciudad
que ésta la ignore igual que sus habitantes,
y algo se me precipitó ojos abajo
por este hermano
y me sentí culpable en nombre de la sangre.
Me alejé como un idiota o un general de Esparta
cuando lo enterré entre unas raíces.
Quise escuchar su canto pero no pude
porque es música de infinito,
lo supe por sus ojos fijos perdiéndose cielo arriba.
Pequeño ejemplo de lo inevitable:
yo también voy en camino,
el mundo anda rodando y ya se sabe
mañana también morirán los pájaros
los niños, los pobres y los ricos
cualquier día de la semana
y yo con ellos
pero la diferencia es esta:
mirar el infinito para oírlos cantar.
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