POESÍA PISTOLA EN MANO

POESÍA A QUEMARROPA

viernes, 24 de enero de 2014

PAJARITOS EN EL PECHO

Como granizo
   pegándome, amontonándome como piedra torpes
                  este vivir caído de vos,
                                       del cielo.
              muriéndome de vivir
               aunque no sepa cómo
    sucedo en barro, en la batalla del miedo
        llaguitas del alma mía
             gastándome,
        muriéndome de vivir,
           altísimo que brillás
           pajaritos en el pecho.



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lunes, 6 de enero de 2014

YO SIMPLEMENTE NUNCA SUPE NADA

La luz no es nuestra, está aquí por un rato
la suerte me dijo que no contara con ella
que simplemente era una puta barata alumbrando porquerías
que la verdadera luz está en otro lugar bien adentro
como la lluvia
y que además la idea de lluvia es una metáfora inútil
porque el agua real tiene el desgarro y sabor a lágrimas
que la misma indignación de las almas
de todos los animales muertos que viajan con Bukowski,
contigo y conmigo
que es difícil un amor supremo por algo que valga la pena
que no esté en el lado del corazón que no necesita de palabras
acá y allá hay personas hechizadas de muchos modos
creen en fantasmas con siluetas de cosas estúpidas y comprables
será por eso que los perros son tan misericordiosos,
los perros corren en la playa dejando huellas que son pasado
pero los humanos que corren se encargan de borrar sus propias huellas
y es espantoso para los que escuchan las propuestas de los dioses
que esperan darte oportunidades maravillosas
inquiriendo por la música de tu alma
pero tú tienes un tatuaje indeleble
uno hecho con clavos y espinas de tu sangre
sobre una piel que se resquebraja incesantemente
por el martilleo de los segundos corroyéndote
en los peores cubiles de tu historia
donde el canibalismo puede más que la cara real
y te disfraza estos años que luces
de pocos hallazgos útiles y mucho de bastardo
un tatuaje extraño y tuyo que no era el niño recién nacido
con todo el presupuesto de candidez
en que había una vez un niño, sólo un niñito
que se fue envenenado de cosas llenas de días
aprendiendo a mentir como político que se precie
y ahora toca el piano que raspa las teclas que tajean
si, un piano borracho de vuelta del mundo
que tiene para enseñar el atajo entre las notas
que dice que hay infiernos entre negras y blancas
y tiene siete razones para escuchar el silencio
el mundo ensucia los oídos
enyuya el espíritu de la luz
porque la luz no es nuestra, está aquí por un rato
luego ya tu sabes: como el agua en los ojos.
Tú crees que sabes lo que es la felicidad
yo simplemente nunca supe nada.
Es todo cuanto hay.
Mañana, tal vez mañana.
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