He aquí la nota disonante
que causa desconcierto en el concierto
molestia
lastima los oídos duele a los ojos
traza tan común y corriente
¡qué se cree! gritan los indignados,
esas palabras incómodas
anatema perpetuo
ese integrante de las listas negras
de los paraísos terrestres
cuando dice del derecho
a la distribución indiscriminada de la luz del sol
donde el prójimo
está desnudo como cuando nació
ignorante pero igual de bello
más ensangrentado y errante huyendo en círculos
que cree que sabe acá de la finitud,
el que molesta con su sonsonete desparejo
porque todos quieren milagros y certezas
al menos un Zeus de premios y castigos
algo en qué creer ciegamente
la tierra prometida de las certidumbres
y no este triste anunciante
de desiertos con espejismos en venta
con presbicia mental
falto de fiesta y frenesí
de olvidos
o de consignas de barricadas
y el color de las hojas muertas.
He aquí la nota disonante
evangelio del derecho
a la distribución indiscriminada de la luz del sol,
una blasfemia con patas que camina por el mundo .
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