SE SALUDARON CON CORTESÍA Y DESAPARECIERON

Funes el memorioso mató el insomnio de Borges
que dijo sólo una cosa no hay, es el olvido,
piensa que el olvido es la única venganza y el único perdón.
Borges pudo dormir después de Funes
y olvidar o no olvidar
pero ya es tarde para saber.
Funes a muerto y Borges también,
ambos se llevaron la respuesta.
Acaso el olvido es un viejo ciego
que juega al ajedrez con la memoria
mientras el reloj martilla cada jugada en blanco y negro.
Duda, fe y certidumbre concluyen en la misma opacidad,
yo digo que el olvido se olvidó de ambos o sus metáforas
Funes y Borges terminaron en tablas
se saludaron con cortesía y desaparecieron.
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SU NOMBRE AL OÍDO

 

No corta el pasto ni saca la basura
abdica de los mandados y comprar alimentos
los perros la olfatean y siguen 
los gatos nada de nada
ni una sombra cómplice tiene,
se empapa embarra
y huele raro
sobremanera si dice lo que no se espera
no complace ni se deja seducir
se tiene a sí misma y es de nadie
un pozo hondo que seduce
responde con gusto a cebolla
por ejemplo los besos
porque la belleza la esconde para pocos
se necesita tiempo y relojes rotos
un buen día molesta como mosquito
duele como pedrada
hace que importe lo insignificante
y sabe estar hecha de átomos que se escriben se leen
como universo y eternidad 
reposa en las palabras pero no lo suficiente
a veces sólo a veces
viene como me gusta
hecha de silencio y versos
me dijo su nombre al oído como al descuido,
solemnemente prometí enterrarlo
entonces la até a la piola de un globo
y desapareció a donde el viento murmura sin timón.
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