POESÍA PISTOLA EN MANO

POESÍA A QUEMARROPA

domingo, 5 de febrero de 2012

DEMASIADO PESO PARA UNA ETERNIDAD


Uno se va muriendo de traiciones
de gente que se va sin saludar cualquier día,
uno se muere de solemnidades, de jueves,
de sol y de ceniza
de relojes diferentes pero tiempos iguales,
se emparenta con las cosas
se divorcia de las circunstancias
y la tragedia va circunvalando la carne
horadando la cuenca de los ojos
donde el futuro se ve por un cono
y aprende la resiliencia de mirar historias
llevando luto por lo perdido
entre camiones de basura innecesaria de minutos.
Y esta travesía de traición, muerte y parto
todos y cada día
donde reímos poco como perfume carísimo
derramado a los pies de quien uno ama
llorando por adición copiosamente los desprendimientos
porque al fin aprende bien que se va muriendo,
tanteando de vez en cuando el amor
sin habérselas con él cara a cara
aunque se intente una y otra vez huir del universo
con la conciencia estaqueada de dolores
y se sepa que en cada cuestión
siempre hay un sentido esperando ser  revelado,
la salvación del apocalipsis,
la esperanza del último centímetro, del último minuto,
como el misterio mismo
de una cara que se mira en el espejo
y pregunta, sólo pregunta
con las manos al cielo
qué cosa es esto en que sucedo.
Podría decir que uno vive esto mismo
y repetir las mismas palabras
pero ahí el mismo espejo,
las mismas preguntas,
porque estamos hechos para amar
y hemos perdido definitivamente el camino.
La trinidad manifiesta su misterio
y nosotros nos morimos de preguntas,
de naufragios y de polvo
que al fin de cuentas es casi nada:
demasiado peso para una eternidad.

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DISCURSO PARA DECIR POR EJEMPLO COMPAÑEROS Y POESÍA


Se sabe en el largo desarrollo de la dialéctica discursiva
donde la práctica de la vida cotidiana prueba indudablemente
que habrá de significar un auténtico y eficaz punto de partida
en la superación de las experiencias periclitadas,
las ricas experiencias que nos muestran que
se exige la precisión y la determinación
justo a la altura de las circunstancias.
Estamos claros en la necesidad de tener conocimiento.
De igual manera
obstaculiza la apreciación de la importancia
todo aquello que no implique o distorsione la escena
es decir, un lanzamiento indiscriminado de los factores excluyentes,
incluyentes, circunstanciales, historiográficos e incluso
de fondo, forma y profundidad, y por tanto,
 todas aquellas cosas que realmente a ojo avizor
 impida el reforzamiento y desarrollo de la estructura,
el pensamiento conformado, la confianza futura y la apuesta genuina,
pues las experiencias ricas y diversas están ahí,
a la mano de la literatura vasta y universal,
a la altura de la experiencia existencial de los procesos consensuados,
en cada persona que nos encontramos a la hora crucial
en que nos jugamos la realización de las premisas personales.
Pero pecaríamos de hipócritas si soslayaramos que
el proceso que consensa  unas y otras experiencias contundentes
hacen al meollo del asunto, lo justifica y patrocina
aunque intentemos no llevar las cosas a la naturaleza del equívoco.
La duda está implícita en toda estructura de pensamiento,
por otra parte y dada las condiciones actuales,
cumple deberes importantes en la determinación,
ubicación y especificidad de la relación establecida,
pues hay que ser exactos en las acepciones que empleamos,
a tono de explicitar, decir:
“queridos compañeros” “poesía”
como si fuese una simple manipulación de palabras.
¿Se entiende? ¿Eh? El vacío del ruido de la boca,
las palabras desarmadas, cementerio de letras oxidadas,
cuestiones descarnadas que son una metáfora muerta.
Un guiso mismo de palabras inútiles.
Todo esto que acaban de leer.
Después me hablan de la complejidad de la filosofía,
¡Hágame el favor!
No aplaudan. Gracias.
Dejemos el discurso por algo más contundente,
por ejemplo un pan.
Voy a cenar.

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