HOJAS DE OTOÑO

 Voy al entierro de las hojas de otoño 
 los zapatos sucios y los jueves de junio  
las fuentes sin agua las sonrisas estúpidas 
las flores secas y los fusilados por sus sueños 
la lluvia que mojó las ilusiones 
y se fueron calle abajo de los años con sus revoluciones 
el canto del sabiá que tiene barrotes en la garganta 
y un gesto de saludo inútil con las alas levantadas, 
juntaré porque ya es hora los desperdicios 
lo que queda de la lucha y los compañeros de las horas 
para sembrar el sol que oxida cada día 
voy al entierro y prendo una vela 
que es luz poca y vacilante 
para cruzar la agüita del Jordán 
y al pie del recuerdo de los días buenos 
rogar por algunos más que ablande el corazón 
de sus pascuas y ausencias 
de camisa negra barcos hundidos 
revoluciones pérdidas y amores que fueron 
caídos nomás al viento 
voy al entierro de las hojas de otoño.

PAJARITO CANSADO

 

El amor canta como un pajarito cansado 
como muriendo y naciendo una y otra vez 
de ojos abiertos 
mientras el tiempo adormece el filo del dolor mutila la memoria 
deja pedazos unidos por hilitos 
se lleva el álbum de imágenes 
y deja un rompecabezas que parece una historia 
la que contamos a los otros 
la que creemos con certeza incuestionable 
con vacíos 
que es irse muriendo por el mundo donde anduvimos 
porque los testigos ya no están 
nos llevaron con ellos a otra parte 
nos enmudece la historia en la que anduvimos   
felices e inmortales llegando hasta acá 
ahora y en la hora del espejo delator 
en este momento mismo 
y el amor que canta como un pajarito cansado   
pero todavía canta.
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POLVO DE ESTRELLAS

El hombre y su sombra
pero más su sombra
que se ve al sol y no tiene alma
como un esclavo perpetuo
que camina al borde de las tinieblas en silencio
como ángel de la guarda
que recuerda al humano su precariedad
el hombre y su sombra
pero más su sombra
que puede verse en paredes, adoquines y árboles
concreta o borrosa
casi como el mismo hombre cuando piensa sobre sí mismo
esquivando su espada de Damocles
la sombra sin cara ni gestos
con su voz oscurecida desdibujada
hecha de ayeres y ocasos
de lunas que azulaban
el hombre y su sombra
pero más el hombre
que sabe verla
con cierta misericordia de sí mismo
olvidado de los ínfimos detalles
álgebras enterradas
en la sombra que sabe que es sombra
y habrá de partir
más temprano que tarde
a sumarse a la oscuridad del universo
hecho polvo de estrellas
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