DE AMANECERES Y OCASOS

 

Y al fin un día se te ilumina
que lo bueno y lo malo tienen líneas difusas
desde el día a la noche
y no se puede escapar
de esa cárcel que es uno mismo
caminando por la pequeña frontera sin resbalarse
no se puede
esas putas líneas grises
que no tienen garantías para el corazón y el cerebro
ese modo de acertar por intuición o razón
de errar sin querer o por puro miserable
y cuando viene el tiempo de cierto reposo
que muestra en los días
qué se ha hecho de confesable
y cadáveres en la memoria (esto es duro)
lo que redime está durmiendo junto con la condena.
Pocos llegan hasta aquí
porque estas palabras de adoquines en la vesícula
son poesía también
según digieras el amanecer y el ocaso.
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