Esas noches
cuando se sienta al borde de la cama
justo cuando el sueño besa la piel
me echa humo
con un olor espantoso de habano del infierno
mira alrededor
y pregunta esas cosas como clavos en los talones
árboles en los ojos
asesinatos de palabras
necesarias por pura desidia
ausencia de saludos
y cosas que joden el alma
esas noches
donde uno quiere descansar en paz
hundirse en el abismal sueño
viene endiabladamente
a inquirir con el fuego de medir corazones en falta
la insuficiente solidaridad
y es como para querer echarlo a patadas de una vez
entre el baho de ese humo
que envuelve todo de culpas el lugar
la chimenea en la boca con la punta encendida
el rostro terrible lleno de recovecos
con esa sensación que pesa
aploma hunde
de estar en deuda perpetua
insolvente lleno de dobleces
tan pequeñito y nada
esas hipocresías que nadie quiere confesar
la infinidad de máscaras y espejos
con la ingratitud latente
que llega un minuto antes
de decidir sobre límites
siempre
y no aparece el conmoverse súbito
tan luego las lágrimas como el remordimiento
llegan tarde
enterradores de cementerio
con sus palas
ni pasan por los ojos
lágrimas adentro quedan,
lágrimas adentro .
cuando se sienta al borde de la cama
justo cuando el sueño besa la piel
me echa humo
con un olor espantoso de habano del infierno
mira alrededor
y pregunta esas cosas como clavos en los talones
árboles en los ojos
asesinatos de palabras
necesarias por pura desidia
ausencia de saludos
y cosas que joden el alma
esas noches
donde uno quiere descansar en paz
hundirse en el abismal sueño
viene endiabladamente
a inquirir con el fuego de medir corazones en falta
la insuficiente solidaridad
y es como para querer echarlo a patadas de una vez
entre el baho de ese humo
que envuelve todo de culpas el lugar
la chimenea en la boca con la punta encendida
el rostro terrible lleno de recovecos
con esa sensación que pesa
aploma hunde
de estar en deuda perpetua
insolvente lleno de dobleces
tan pequeñito y nada
esas hipocresías que nadie quiere confesar
la infinidad de máscaras y espejos
con la ingratitud latente
que llega un minuto antes
de decidir sobre límites
siempre
y no aparece el conmoverse súbito
tan luego las lágrimas como el remordimiento
llegan tarde
enterradores de cementerio
con sus palas
ni pasan por los ojos
lágrimas adentro quedan,
lágrimas adentro .
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
DERECHOS RESERVADOS
DERECHOS RESERVADOS
Eso en leguaje moderno, es "Comerse el coco"...
ResponderEliminar