In memoriam Sarandy Cabrera
¿Y ahora viejo?
Qué de tu féretro y de los cabellos
que quedaron tiesos, despavoridos, solos.
¿Y ahora?
Tu voz que decía que era nada,
esto era nada,ahí nomás,
quieto, enmaredado, pálido, derrotado definitivamente.
¿Qué de tus atributos, tu lujuria?
¿Qué de todo lo que huiste, que te huyeron?
¿Qué de la nada, qué de qué?
¿Y ahora viejo?
después del despojo del gusano
¿era nada la nada o era algo? ¿alumbramiento o vacío?
¿Poesía pura o mierda pura?
Has probado la copa,
pasado la línea, colgado el botín, entregado las armas.
Las musas muy putas te olvidaron.
Solo estamos vos y yo viejo, cada uno de su lado.
¿Quién tendrá razón?
Vos ya lo sabés. A mí me falta algún que otro sorbo de vino
y una que otra palabra por desflorar.
Todo fue consumado como siempre. ¿Ves?
Nadie había a tu lado
cuando llegué junto a tu cuerpo como soldado acostado,
tu cara impávida en el féretro
y nadie hay ahora que es la hora en que me marcho.
Solo viejo.
Solo con el peso de tu nada, tu hondura,
el abismo en el fondo de tus ojos cerrados,
cayéndote para dentro a la eternidad de la bruma
y del olvido de los tiempos que te pasarán como una topadora
por sobre lo que dejaste más temprano que tarde
ahí
donde están los alumbramientos de tu vara de medir
con féretros y poesía.
Adiós viejo. Mis respetos y mi silencio.
No por lo mucho que sabías
sino por todo
lo que ahora sabés construyendo las métricas de tu ausencia,
tus versos sin palabras, sin aire, bellas y perfectas.
Poetón viejo.
Fin de tus historias,
desconstrucción y palabras, cacata carta mi amigo:
papel cagado, estimado,
papel cagado.
Qué de tu féretro y de los cabellos
que quedaron tiesos, despavoridos, solos.
¿Y ahora?
Tu voz que decía que era nada,
esto era nada,ahí nomás,
quieto, enmaredado, pálido, derrotado definitivamente.
¿Qué de tus atributos, tu lujuria?
¿Qué de todo lo que huiste, que te huyeron?
¿Qué de la nada, qué de qué?
¿Y ahora viejo?
después del despojo del gusano
¿era nada la nada o era algo? ¿alumbramiento o vacío?
¿Poesía pura o mierda pura?
Has probado la copa,
pasado la línea, colgado el botín, entregado las armas.
Las musas muy putas te olvidaron.
Solo estamos vos y yo viejo, cada uno de su lado.
¿Quién tendrá razón?
Vos ya lo sabés. A mí me falta algún que otro sorbo de vino
y una que otra palabra por desflorar.
Todo fue consumado como siempre. ¿Ves?
Nadie había a tu lado
cuando llegué junto a tu cuerpo como soldado acostado,
tu cara impávida en el féretro
y nadie hay ahora que es la hora en que me marcho.
Solo viejo.
Solo con el peso de tu nada, tu hondura,
el abismo en el fondo de tus ojos cerrados,
cayéndote para dentro a la eternidad de la bruma
y del olvido de los tiempos que te pasarán como una topadora
por sobre lo que dejaste más temprano que tarde
ahí
donde están los alumbramientos de tu vara de medir
con féretros y poesía.
Adiós viejo. Mis respetos y mi silencio.
No por lo mucho que sabías
sino por todo
lo que ahora sabés construyendo las métricas de tu ausencia,
tus versos sin palabras, sin aire, bellas y perfectas.
Poetón viejo.
Fin de tus historias,
desconstrucción y palabras, cacata carta mi amigo:
papel cagado, estimado,
papel cagado.
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DERECHOS RESERVADOS
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