Solamente me defendí de ese tren
obsedido de filos que venía y venía
con su paso rápido de marcha
con sus color de última batalla
con su límite y su estertor de
infierno
lleno de toques brutales y profundos
que te van trozando
destrozando
así que el corazón es una suelta de
pedazos
hasta salir por el grito
por el corcho de la boca
tamaño aullido que inconclusan los
versos
que a veces se ven por los rincones
como astros perdidos del futuro
si es que esa palabra existiese
en las regiones pensadoras del hombre
en semejante trance en que solamente
me defendí de ese tren
cuando el pozo que se ve en el vidrio
de los ojos
apenas se humedece
y no encuentra objeto
en su soberbia de polvo y barro
porque todo se sube por las rutas de
las venas
artillo todo lo que tengo como
campanazos
por las puertas de la garganta
vomitando un preludio de abortos y
rituales
y caigo acomodado
derramado
conforme el agua de lluvia sobre el
universo:
es por eso
que solamente me defendí
cuando avanzó como un tren
con sus muslos abiertos
y entonces
para romperle la virginidad a la
muerte
la penetré sin compasión.
Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxderechos reservados
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